Cultura y Valores

Cada vez son más los proyectistas que optan por el BIM gracias a las ventajas que presenta frente a la metodología tradicional. Representar elementos en lugar de líneas en 2D, de manera que cambiando un elemento se actualice en todos los planos o el hecho de que, insertando un elemento obtengamos todas sus vistas, parecen grandes avances a la hora de representar lo que se está diseñando.

Pero BIM es mucho más que eso, BIM es poder trabajar de forma colaborativa entre varios equipos en un mismo modelo, BIM es poder comunicarnos en vivo de manera fluida para evitar duplicidades e interferencias. BIM es poder anticiparnos a los problemas que siempre surgían en obra por el hecho de trabajar cada especialista en su oficina con planos 2D poco definidos, y así ahorrar tiempo en obra pensando cómo resolver incidencias o evitar costes derivados de tirar y rehacer aquello que no valía. Porque en BIM ya habremos encontrado y resuelto el problema previamente, gracias a integrar todas las disciplinas en un mismo modelo y gracias al mayor dominio del proyecto que te brinda la metodología.

Pero ¿cómo sacamos rendimiento a todo el tiempo invertido en hacer un buen proyecto?

De nada vale que se hayan invertido 1.000 horas proyectando, se hayan estudiado perfectamente todos los espacios para aprovecharlos al máximo o se hayan estudiado todos los cruces entre instalaciones para evitar interferencias entre ellas, si cuando lleguemos al local, resulta tener 2 metros menos de ancho o si lo que es más habitual, los operarios no se ciñen al proyecto.

A continuación, expongo los factores que considero más importantes a la hora de aplicar el BIM en obra:

Uno de los factores clave para sacarle rendimiento al tiempo invertido en fase de proyecto, es tener información fiable del contenedor donde se ejecutará la obra, que podemos conseguir con una Nube de Puntos, obteniendo un levantamiento milimétrico del local. Con el levantamiento por Nube de Puntos, ajustaremos y recoordinaremos el proyecto para asegurarnos de que todo lo proyectado se podrá ejecutar sin problemas.

Otro de los factores clave es que la persona que dirige y coordina a todos los gremios en obra, sea un técnico que conozca todos los detalles del proyecto igual que los proyectistas, ya sea porque es uno de ellos o bien porque le han trasmitido correctamente la información.

Como bien decíamos al principio, BIM es una metodología colaborativa, por lo que esta trasmisión de información no es más que parte de dicha colaboración. Pero esta comunicación entre oficina y obra no debe limitarse al inicio de esta, sino que debe prolongarse durante todo el proceso y de manera bidireccional, actualizando el proyecto continuamente con los cambios que inevitablemente surgirán, ya sean de diseño, por mejoras de proyecto, o por imposibilidad de obtener el material que queríamos, por ejemplo. Solo así nos seguiremos anticipando a problemas, como nuevas interferencias, que puedan surgir en obra.

Para acceder fácilmente a la información de proyecto actualizada y correctamente estructurada, así como conseguir una comunicación ágil y fluida entre oficina y obra, es necesario contar con un entrono compartido en la nube (CDE), lo que nos obliga a contar con cierta tecnología en obra que haga posible a los técnicos y operarios consultar el proyecto actualizado en tiempo real en obra y que sería imposible conseguir con planos impresos como antaño.

Por último y no por ello menos importante, es clave hacer un buen replanteo en obra de todos los elementos proyectados. De nada vale el tiempo invertido en fase de proyecto si no se sigue fielmente al ejecutar las instalaciones o levantar los tabiques. Es en esta parte donde BIM nos ofrece una nueva ventaja, que es la interoperabilidad entre el modelo y sencillos equipos topográficos que nos permiten hacer replanteos precisos fácilmente.

No puedo acabar este artículo sin hacer mi aportación, eso que no encontraréis en los libros o en los artículos de BIM en obra: Lo que realmente es importante para conseguir un buen resultado y rentabilizar los esfuerzos invertidos es la mentalidad; y lo realmente difícil es mentalizar a los instaladores, operarios, destajistas…

En oficina trabajan técnicos, profesionales que basan su profesión en la formación, en la evolución y actualización de las metodologías; pero es en obra donde nos encontramos los profesionales bajo mi juicio más importantes de todo el proceso, es en obra donde se hace realidad lo proyectado, es en obra donde se materializa la idea y es en obra donde nos encontramos  a los profesionales que basan su profesión en la experiencia, en hacer las cosas bien porque las han hecho muchas veces y han ido mejorando su técnica. Es en obra donde menos gustan los cambios, enfrentarse a nuevas técnicas y métodos, por eso es de vital importancia apoyar a los profesionales de obra para que se sientan cómodos y arropados y para que su mentalidad sea positiva hacia el cambio del BIM. Si lo conseguimos, la reducción de plazos y de costes vendrán solos.

En este sentido, la metodología BIM nos ayuda a gestionar la información, pero no es el objetivo del proyecto. Debemos tener clara la meta y ser capaces de adaptar la metodología a lo que nuestro proyecto requiere y no al revés.

Diego Mallo. Project Manager.